Cocas, pizzas, tartaletas...

Hace algunos años, una amiga me regaló un excelente libro de una de las mejores chefs canadienses, Bonnie Stern. Gracias a este libro, comencé a adentrarme en el mundo de llamémosle tartas saladas, y descubrí la enorme posibilidad de preparar deliciosas recetas, teniendo a mano hojaldre, masa para pizzas, pasta quebrada, masa para empanadas, etc... Desde entonces, en mi compra semanal siempre hay estas masas que ya venden preparadas. Mis preferidas son las frescas de Casa Tarradellas o las de La Cocinera. Disfruta preparando una para la cena o para un pic-nic.

TARTA DE CEBOLLA CARAMELIZADA, CALABAZA Y QUESO GORGONZOLA
Ingredientes:

• 3 cebollas
• 1 c/s de azúcar moreno
• 2 c/s de vinagre balsámico
• sal y pimienta negra
• 250 gr de masa quebrada fresca o hecha en casa
• 125 g de calabaza
• 200 g de Gorgonzola
• 2 c/s de salvia fresca o estragón

Prepara la cebolla caramelizada (puedes hacer más cantidad y tener siempre en la nevera para acompañar diferentes platos). Córtalas por la mitad y luego en juliana. Ponlas en una cazuela con un poco de aceite (2 cucharadas) y deja que se hagan lentamente durante 10 minutos. Añade el azúcar, el vinagre, sal y pimienta. Tienen que seguir cociendo unos 25 minutos más, hasta que estén caramelizdas. Apaga y reserva.

Estira la masa y deja que tenga un diámetro de 25 cm. Colócala sobre papel sulfurizado, encima de la bandeja de horno.

 Pon encima la cebolla caramelizada , dejando un borde de 2 cm, la calabaza cortada en cuadraditos y cocida al vapor. Corta con las manos el queso gorgonzola y reparte sobre la mezcla. Y, por último, las hojitas de salvia. Vuelve hacia arriba la pasta de alrededor para que no se salgan los ingredientes.
Ponla en el horno, precalentado a 200º, y deja que se haga unos 18-20 minutos. Deja que se  enfríe y sírvela con una simple ensalada de rúcula y canónigos. Que disfrutes!!! 

El parmesano: rey de los quesos

El queso parmesano debe su nombre al origen de su elaboración: Parma, aunque tambien se produce en Bolonia, Módena y Mantova. Se obtiene de leche cruda de vaca frissona, y de una maduración de entre 18 y 36 meses. Son inconfundibles su sabor y su textura dura, con un regusto prolongado que le hace único en multitud de recetas: pastas, ensaladas, pizzas o cocas o, incluso combinarlo con frutas.
ENSALADA DE BROTES, JAMON Y PARMESANO
Ingredientes:

• 1 bolsa de brotes tiernos de espinacas 
• 200 gr de queso parmesano 
• 2 ajos
• 50 gr de piñones tostados
• 50 gr de jamón en taquitos o lonchitas
• 5 c/s de aceite de oliva
• 1 chorrito de vinagre balsámico
• un puñado de ciruelas pasas

Tostar en una sartén antiadherente los piñones, cuidando que no se quemen. Saltear los ajos en rodajitas, el jamón y un chorrito de vinagre balsámico. Deja que se evapore. En una fuente ponemos los brotes tiernos, las ciruelas picaditas y el sofrito. Decoramos con lascas de queso parmesano, cortadas en el momento. Deliciosa!!!

Tarta de albaricoque

Esta tarta es deliciosa y muy sencilla de preparar. Aprovecha la estación y termina así una buena comida.

TARTA DE ALBARICOQUES

Ingredientes:
 Para la masa:

• 125 g de mantequilla
• 3 yemas
• 75 g de azúcar
• 200 g de harina
• 1 cc de levadura en polvo

Para el relleno:

• 500 g de albaricoques
• 3 claras de huevo
• 200 g de azúcar
• 250 g de almendras molidas
• ralladura de 1 limón

Lo primero es preparar la masa. Para ello, trabajamos la mantequilla con el azúcar hasta conseguir una pomada. Luego, añadimos las yemas de 1 en 1, y por último el harina y la levadura, tamizadas, trabajándolas con una cuchara de madera. Delamos que la masa se enfrie para poder trabajarla, en el frigorifico, tapada con film, durante 30 minutos. Engrasamos un molde y espolvoreamos con harina. Sacamos la masa de la nevera, la estiramos con el rodillo y la colocamos en el molde, bien extendida en el fondo y los laterales. Partimos los albaricoques por la mitad, quitando el hueso. Bate las claras a punto de nieve, incorpora el azúcar y la ralladura de limón, y, finalmente, la almendra molida con movimientos envolventes para que no se bajen las claras. Colocamos los albaricoques en el molde y cubrimos con el merengue de almendras. Lo llevamos al horno, precalentado a 175º, durante 1 hora. Tapa con papel vegetal si ves que se dora demasiado. Saca del horno y deja que se enfríe un poco. Espolvorea con azúcar glass. Puedes servirla sola o con helado de yogur y queso cremoso.

Ya llegaron los albaricoques!

Estamos entrando en la temporada ideal para degustar una enorme variedad de frutas: ciruelas, sandía, albaricoques, melocotón, nectarinas, paraguayas, cerezas.
Hoy quiero hablaros de los albaricoques, pues esta mañana en el mercado, aparecían espléndidos y los he comprado para preparar varias recetas.
El albaricoque es una fruta rica en carotenos, necesarios para la visión y el sistema inmunológico. Además, una dieta rica en estas sustancias se relaciona con una disminución a padecer ciertos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares, cataratas, etc. Contiene además, vitamina C necesaria para la absorción del calcio y la prevención de cálculos renales. ¿Sabías que los albaricoques se desecan y se convierten en deliciosos orejones? También pueden utilizarse, además de crudos, para realizar deliciosas tartas, salsas y confituras.
POLLO AL HORNO CON SALSA DE OREJONES
Ingredientes:

• 1 pollo troceado
• 500 gr de albaricoques
• 2 cebollas
• 1 diente de ajo
• 1 hoja de laurel
• 1 taza de caldo de ave
• aceite de oliva
• sal y pimienta negra
• semillas de sésamo
• 3 c/s de miga de pan

Salpimenta el pollo, esparce por encima un buen chorro de aceite de oliva, las miga de pan y las semillas de sésamo. Llévalo al horno y deja que se haga a 200º unos 30-40 minutos. Mientras, ve preparando la salsa.
Picamos las cebollas y el ajo y las ponemos a pochar lentamente. Añadimos la hoja de laurel, los albaricoques troceados y el caldo de ave y lo dejamos cocer a fuego suave 10 minutos. Luego añadimos la nata y dejamos que coja un hervor. Retiramos y trituramos hasta que quede una salsa muy suave. Servimos el pollo con la salsa y decoramos con unos albaricoques reservados, salteados en un fondo de mantequilla. A esta receta le va muy bien una guarnición de cús-cús y canela.