La cocina de verano es tal vez más sencilla, pero hace trabajar los sentidos y con la luz intensa se convierte en pintura. La estética gastronómica se hace inmensa y diferente y su base es el frescor. De los platos veraniegos el rey es el gazpazcho, un plato rural que ya se preparaba en el siglo I a. de J.C. Parece ser que la palabra gazpacho proviene de la portuguesa caspacho, que significa trozo o residuo. En el se unen tradición, frescura, sofistificación, color, sabor y, por supuesto, salud a raudales. Por algo se dice que es un auténtico "suero". Prepararlo a diario, con las nuevas batidoras se hace en un pis-pas, y no dá pereza alguna.
Los y preparados...bueno, pero nada como el hecho por tí, con el toque de vinagre, sal o aceite que más te guste. Ahora se han incorporado nuevos ingredientes que os animo a probar: con sandía, con remolacha o con cerezas. A por ellos...
Gazpacho de sandía
Salmorejo
Sopa de melón
Caldereta de langosta
Berenjenas a la menorquina
Esqueixada con bacalao ahumado
Ensalada de langostinos, mango y piña con vinagreta de yogur
Atún marinado con tomate caramelizado y vinagreta de aceitunas
Perdices en escabecheGranizado de tomillo
Sorbete de melocotón y lavanda
Gelatina de frutos rojos al cava
Helado de queso de Mahón con trufa
Gin-tonic de manzana verde y espuma de yogur
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