20 de septiembre de 2016

TIEMPO DE TARTAS

Una buena manera de aprovechar las frutas de otoño es preparar tartas y bizcochos. Los bizcochos se pueden congelar en grandes cantidades, si te lo permite tu congelador. Se ahorra tiempo y esfuerzo.

Es un auténtico placer preparar un bizcocho perfecto. A partir de ahí, podemos hornear, rellenar, cubrir con cobertura, decorar y crear, dejarte llevar por tu imaginación. Hoy en día tenemos a nuestro alcance todos los ingredientes necesarios para convertirnos en "profesionales". Además, contamos con increibles moldes de variadas formas...alguno de ellos, eso sí, un poco caros. Cómprate un par de ellos de buena calidad, es necesario para obtener u buen resultado. Empecemos por el básico y poco a poco iremos elevando el nivel, no se debe empezar por la tarta más complicada. Yo descubrí hace ya algunos años el mundo de la repostería y, a pesar de no ser "golosa" me encanta prepararlos para casa, para la familia, para amigos, etc....

Cuatro cuartos con limón y semillas de amapola

El sabor del limón resulta delicioso y combina muy bien con los dulces, suavizando y dando acidez. Las semillas de amapola son un maravilloso descubrimiento que utilizo tanto en repostería como en panes, y, a veces, donde me apetece....

Ingredientes:

  • 150 gr. Harina de repostería tamizada
  • 75 gr de azúcar
  • 6 gr de vainilla o vainillina
  • 3/4 de cucaharita de té de polvo de hornear (Royal)
  • 45 ml de leche a temperatura ambiente
  • 3 huevos grandes (también a temperatura ambiente)
  • pizca de sal
  • 184 gr de mantequilla en pomada
  • 1 cs de ralladura de limón
  • 65 ml de zumo de limón
  • 3 cs de semillas de amapola
En repostería es muy importante el orden y la puesta en escena de los ingredientes.
Empieza siempre por preparar todos los ingredientes, bien pesados (utiliza un buen peso digital) y cada uno en un bol. Te facilitará el trabajo.

En un bol mediano ve poniendo los ingredientes sólidos, los huevos, la leche y la vainillina, mezclando con la batidora a velocidad baja.

En otro bol más grande mezcla la harina (siempre tamizada) con la pizca de sal y el polvo de hornear. Ahora añade la ralladura de limón y las semillas de amapola.

Mezcla con los ingredientes líquidos y bate a velocidad media (batidora de mano) durante 1 minuto, en tres veces. Deberá quedarte una masa muy "aireada".

En un molde preparado, es decir engrasado y enharinado, vierte la mezcla, da un par de golpes para que se alise bien. Deberá quedar a 1,30 cm del borde, el resto deshéchalo o úsalo para hacer magdalenas. Llévalo al horno, precalentado a 175º y hornea de 60 a 65 min,...dependerá del horno que tengas, arriba y abajo. Comprueba el resultado pinchando con una brocheta...deberá salir limpio.
Mientras se hace, prepararemos el almibar de limón: en un cazo y a fuego lento, cocemos el zumo de limón con el azúcar hasta que se disuelva.

Si se cociera demasiado, tapa a media cocción con papel Albal para que no se queme.

Para que se haga una grieta bonita, a los 20 min. corta con un cuchillo de sierra bien afilado y engrasado. Sacar del horno, pinchar con una aguja de punto y regar con la mitad del almibar.

Deja enfriar el bizcocho dentro del molde unos 10 minutos y luego sacar y darle la vuelta sobre una rejilla y regar con el resto del almibar. Cuando esté bien frío, podemos envolverlo en film para que se conserve mejor.







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