13 de octubre de 2013

Sabor a recién hecho

Cocinar en casa va transformándose de un hobby a una filosofía de vida para arremeter contra los estragos de esta terrible crisis. Hasta hoy, me había hecho el firme propósito de no mencionarla, pero creo que va siendo inevitable hacerlo. Proliferan los cursos de cocina, "las cenas secretas", lo hecho a mano, el sabor a hogar, la necesidad de ahorrar en fiestas, celebraciones, aniversarios, etc recurriendo a los caterings o "hazlo tu mismo". Además, la cocina es un excelente antídoto contra el desanimo, la escasez, y, por supuesto, la salud. La comida basura abunda por doquier, por su inmediatez , por el bajo precio, por la falta de recursos. Volver a la cocina ahora más que nunca es una necesidad, y está de moda.
Hoy te propongo, que prepares unos exquisitos y nutritivos brioches, para solucionar un buen desayuno o una merienda de fín de semana, junto a una taza de chocolate. Deja que en tu casa huela a hogar...
BRIOCHES DE MANTEQUILLA
Ingredientes para 4-6 personas:
  • 500 gr de harina de fuerza especial de repostería
  • 30 gr de levadura en polvo
  • 65 gr de azúcar
  • 2,5 dl de leche a temperatura ambiente
  • 100 gr de mantequilla en pomada
  • 2 huevos + 1 yema
  • un pellizco de sal

Disuelve la levadura en la leche y añade 15 gr de azúcar. Tamiza la harina,  forma un volcán, dejando un agujero en el centro para ir añadiendo la leche y  trabaja hasta que tengas una masa gruesa. Esparce un poco de harina por encima y deja que repose 30 minutos, tapada con un paño. Mientras, mezcla la mantequilla en punto pomada con el azúcar restante, los huevos y un poco de sal. Ahora, añade a la masa que tienes reposando, mezcla bien y pon sobre una encimera enharinada hasta conseguir una masa lisa, suave y brillante. Vuelve a poner la masa en el bol y deja que repose 1 hora, a temperatura ambiente. Después, vuelve a amasar brevemente para que no baje de volumen y forma tantas bolas como puedas. Unta unos moldes de silicona o de magdalenas con mantequilla y coloca las bolas. Saca con una cucharilla pequeñas bolitas y resérvalas. Pincela con la yema de huevo y coloca las bolitas, formando un "sombrerito". Vuelve a dejar reposar la masa unos 10 minutos y después ponlos en el horno a 180º, 15-20 minutos, hasta que estén dorados. Sírvelos fríos o templados.
Un buen consejo: respeta los tiempos de reposo entre cada manipulación para obtener bollos ligeros, dando tiempo a la masa para su recuperación.

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