9 de junio de 2013

Frutas en su mejor momento

El albaricoque es una de esas deliciosas frutas que nos trae el verano. Se dice que fueron los romanos los que la introdujeron en Europa, traida de las lejanas tierras de Oriente, y los árabes los que extendieron su cultivo por el Mediterráneo. Su nombre proviene de árabe "al-barquq". Su mejor momento comienza en primavera y termina a finales de verano. Es muy dulce y de aspecto agradable. En la cocina, combina bien con los platos de carne (cerdo, cordero, aves y caza) y también resulta delicioso en postres. Si los dejas secar sin hueso, se convierten en los deliciosos orejones que luego tomaremos en Navidad.

Albaricoques gratinados
 Ingredientes para 4 personas:
  • 1/2 k de albaricoques
  • 50 g de almendras fileteadas
  • 2 vasos de agua
  • taza y media de azúcar
  • 1 chorrito de ron
  • Crema pastelera
Lo primero que haremos será preparar la crema pastelera con 1/2 l. de leche, de la que pondremos la mitad a hervir con 125 g de azúcar, un palito de canela y la piel de 1 limón (recuerda retirar la parte blanca que amarga). Ponemos en un bol 4 yemas de huevo, 40 g de maicena y el resto de leche fría y batimos bien. Cuando hierva la leche, añadiremos la mezcla y, sin dejar de remover, iremos espesando la crema, mientras cuece unos minutos. Utiliza siempre unas varillas. Incorporamos una pizca de mantequilla y vertemos en un molde de horno. Dejamos que repose y enfrie.
Cortamos los albaricoques a la mitad y retiramos el hueso. Los ponemos a cocer en un cazo con el agua, azúcar y ron durante 3 minutos. Y los colocamos sobre la crema pastelera, escurridos. Dejamos el almibar hasta que se haga jarabe y salseamos los albaricoques, espolvoreamos las almendras y llevamos al horno para que se gratine.

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