

Son especialmente ricas en nutrientes esenciales, sobre todo en fibra y vitamina C. También contienen otras vitaminas A y E, ácido fólico y potasio, dependiendo de la fruta. Las últimas investigaciones anuncian que su intenso color, del rojo escarlata al al púrpura le añaden aún más propiedades saludables. Sus pigmentos derivan de los fitoquímicos, potentes agentes anticancerígenos. Pueden consumirse desecadas, congeladas, incluso en zumo, manteniendo propiedades similares. Puedes tomarlas con yogur, en ensaladas, con tus muffins . Si te gusta cocinar, y espero que sí, prueba a preparar mermeladas, compotas y tartas...
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